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Uruguay 2 - Costa Rica 1

Crónica de una victoria complicada

Los antecedentes no podían ser peores para Uruguay, pese a que en la primera ronda
de la Copa habían igualado en un complicado empate en el cual Uruguay no solo corrió de atrás en el marcador sino también en lo estrictamente futbolístico, superados los celestes por un mejor juego de los "ticos", mas dinámicos, mas hábiles, mejor conjuntados y jugando con su principal plantel. Eran varias las diferencias entre ambos seleccionados, las cuales habían sido acentuadas por una prensa internacional absolutamente parcial, al decir de los colegas uruguayos instalados en Colombia, y a la vista de lo que pudimos ver en Internet el domingo por la mañana.

En el único plano que Uruguay aventajaba a Costa Rica era en el histórico, donde por antecedentes los celestes nunca habían perdido ante los ticos.

Víctor Púa, obligado por la ausencia por expulsión de Joe Bizera, pero también con el deseo de probar una alternativa a la clásica línea de 4 uruguaya, mandó al campo a una juvenil e inexperimente defensa comandada por el "veterano" Gonzalo Sorondo (21 años), único jugador de la selección absoluta uruguaya presente en Colombia. Y Púa pegó una vez mas.

Durante los primeros minutos esa improvisada defensa con libero, dos stoppers y dos laterales-volantes pagó tributo a la inexperiencia. Por la derecha de la defensa uruguaya subía Anchen y los ticos enviaban pelotazos cruzados a sus espaladas donde el 11 Gómez se hacía un festín. A los 14', Gómez gana de nuevo, mete el cruce al medio y Fonseca la calza de bolea. La pelota explota en el travesaño de Munúa sin que este pudiera siquiera reaccionar ante la velocidad y preescisión de la jugada. El arquero ya había salvado a los 5' saliendo al descubierto ante otro fallo de la defensa.

Pero de a poco, el partido comienza a equilibrarse, los ticos cambian su buen fútbol por los golpes, reiterando permanentemente las faltas ante los delanteros celestes, especialmente al "Chengue" Morales, a quien le cometieron no menos de 10 faltas en el partido.

El grandote jugó un mal partido, pero aguantó hasta el minuto 90 los embates violentos de uno y otro defensa tico, que se turnaron para bajarlo.

Hasta los 20' el partido era un ir y venir, los centroamericanos mejor en su juego, Uruguay sin encontrar en sus delanteros el eco necesario al gran partido de Rodrigo Lemos, que allí por tres cuartos de cancha, la rompía.

Entre los 20' y los 30' de ese primer tiempo, los "ticos" se dedicaron mas a golpear que a jugar, y el colombiano Ruiz se ve obligado a sacarle amarilla a Marín, Solís y al arquero Lonnis por una reacción inexplicable ante Carlos Morales. En realidad debió haber alguna roja.

A partir de la media hora, Uruguay se vuelca sobre el terreno tico decididamente y de no mediar una muy mala noche del gigante "Chengue" Morales, seguramente se debieron retirar al vestuario con una victoria parcial. El estadio que había cantado reiteradamente "ole,ole" en los primeros minutos, festejando el mejor juego de los centroamericanos, está en silencio. Ya la suerte parecía echada, no estaba nada dicho ni escrito, pero el "efecto tico" parecía haberse esfumado y en el campo, quien mandaba eran los celestes

Para el segundo tiempo, los equipos ingresan sin cambios y apenas se habían parado en el campo cuando ese sensacional jugador que es Wanchope roba un balón en la mitad del campo e inicia unas de las pocas corridas que pudo armar en todo el partido, encara hacia el arco de Munua, dejando jugadores celestes como parados, en la pasada le comete enorme falta a Curbelo que el colombiano ignora y ya en el área con pelota dominada define a la izquierda de Munua. 1 a 0 .

Pero el gol de Costa Rica no hace otra cosa que terminar de despertar al equipo celeste, quien ya había mejorado mucho en defensa, y solo esa jugada de Wanchope, absolutamente ilícita, lograba quebrarla.

A partir de ese instante, minuto 51' aparece en todo su esplendor esa rebeldía de los que no quieren perder jamás, pero con armas lícitas, válidas. Sin apelar al golpe, a la provocación.

El "Ruso" Diego Pérez se come entera la cancha del Centenario de Armenia, se multiplica por todo el campo y ninguna camisa roja escapa al contralor del 5 celeste, desde el fondo las imponentes figuras del triángulo final, Sorondo, Curbelo y Gutiérrez, se mandan arriba, con la estirpe de los viejos zagueros orientales. Los laterales suben una y otra vez, y el "hacedor" del juego uruguayo, Rodrigo Lemos redondea una noche maravillosa, ejecutando un penal como en el campito en "cuartos" de una Copa América, cuando los ticos ya no resistían mas el asedio de la historia celeste y le cometen penal a Carlos Morales en el minuto 59'.

La resistencia de los "rojos" cede ante el mejor juego uruguayo, y la fuerza incontenible puesta por sus jugadores.

Los uruguayos quieren semifinales de cualquier manera, Costa Rica golpea impotente, Munua se muere de frío. Ese sería un pantallazo exacto del minuto 65'.

A los 70' Munua salva por última vez el arco celeste ante entrada de Wanchope, y esta sería la última vez que el arquero celeste sería llamado a intervenir, faltaban aún 20'.

Entre los 75' y los 85' Uruguay camina por el filo de la cornisa, ataca como no lo había hecho hasta ahora en la Copa, al darse cuenta los celestes de que ellos también pueden, de que los continuos ataques de la prensa y las hostiles multitudes de las graderías no juegan. Los ticos están por un par de veces a punto de conseguir los metros que necesitan para desarrollar la velocidad de Wanchope, pero una y otra vez, la monumental terna final se queda con el balón.

Minuto 87'. El "Pollito" Rubén Olivera había ingresado hacía rato por Carlos Morales, pero no había conseguido hacerse del balón, las veces que lo había hecho no lo había jugado bien, sin embargo pelea una pelota dividida con Wanchope en campo uruguayo, endereza hacia el área tica dejando camisas rojas en su trayecto y cuando estaba ya cerca de la zona del penal, un costarricense lo baja. La lluvia era cada vez mas intensa, la pelota es un jabón. Rodrigo Lemos la toma en sus manos dispuesto a "sacrificar" a Lonnis una vez mas, pero un peladito con cara de niño se la pide y la "Momia" muestra una vez mas su generosidad.

El peladito Lima le pega con el alma y la pelota se va por debajo de la barrera a unirse con las redes del arco tico. El peladito corre como loco por el campo. Tiene solo 18 años y ya se recibió de héroe celeste. Encima de él, se trepan mas de tres millones de uruguayos festejando el paso a semifinales de Copa América. Una vez mas.

Los siguientes tres minutos son solo anécdota. Uruguay estará frente a México el miércoles, donde seguramente también será tomado como el candidato a irse a casa.

jcalvette@surmedia.com
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